Desde la sala del tribunal donde se encuentra como acusado en un juicio por incitar al odio religioso, Murhali Barda, líder musulmán radical del Islamic Defenders Front (FPI), ahora suspendido del movimiento, ha lanzado nuevas amenazas graves contra los cristianos que viven en la zona de Bekasi, uno de los grandes suburbios de «la gran Yakarta», la megalópolis que es capital de Indonesia.
(Fides/InfoCatólica) Las nuevas amenazas están especialmente dirigidas a la “Batak Christian Protestant Church”: Barda ha invitado a todos los cristianos a abandonar la zona, de lo contrario se producirán reacciones violentas de los “guerreros musulmanes”.Bekasi ya ha sido escenario de violencia por parte de militantes islámicos, que han acusado a los fieles de querer “cristianizar” la ciudad.
“Estos líderes radicales están buscando publicidad y desean mantener la tensión alta en la sociedad”, comenta a la Agencia Fides el p. Ignacio Ismartono, jesuita que desde hace tempo trabaja por el diálogo interreligioso. “Y los poderes oscuros que están detrás de ellos - continua - tienen un gran interés personal en hacerlo. Todas las personas y organizaciones de la sociedad civil que trabajan por el diálogo interreligioso en Indonesia desean, sin embargo, centrarse en el problema fundamental de la corrupción. Y tratan de mantener la concordia y la unidad de propósito que se fortalece frente a las instituciones”.
La Agencia Fides ha detectado una sirena de alarma, que viene de la comunidad cristiana de Indonesia: en la ciudad de Manado, en la isla de Sulawesi, un grupo de cristianos ha propuesto la creación de una milicia cristiana llamada Christian Defenders Front, para oponerse al Islamic Defenders Front. La iniciativa ha sido rápidamente detenida por los Obispos y líderes cristianos: “De este modo - dicen - se cede a la espiral de violencia y se degenera en un conflicto religioso, con gravísimas consecuencias”. Manado es la ciudad donde nació Antonius Bawengan, el pastor protestante condenado a cinco años por blasfemia en Temanggung, un episodio que desencadenó la reciente ola de violencia anti-cristiana.
“Creemos que una gran parte de musulmanes en Indonesia es moderada y que hay sólo algunos pequeños grupos radicales, que por desgracia son muy agresivos”, explica a la Agencia Fides el p. Adrianus Sunarko OFM, Provincial de los Franciscanos Menores en Indonesia. “Nosotros seguimos creando lazos con los islamistas moderados, construyendo el diálogo y las buenas relaciones, para practicar y hablar de la libertad religiosa, porque está es la única manera de debilitar a los extremistas” concluye.
(Infocatólica)
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