Los mineros chilenos rescatados el año pasado tras más de dos meses atrapados bajo tierra recorrieron hoy con sus familias la Basílica de la Natividad de Belén, donde se sitúa el nacimiento de Cristo. «Esto sólo lo conocemos por palabras o películas y es muy diferente estar aquí y constatar la palabra verdadera y el mensaje de las Escrituras», dijo a Efe el «guía espiritual» del grupo durante el tiempo que permanecieron enterrados, José Henríquez, antes de entrar en el lugar considerado cuna del cristianismo.
(Efe/InfoCatólica) El recorrido duró en torno a una hora,de la mano del padre franciscano Sergio Olmedo, también chileno y residente desde hace diecinueve años en Tierra Santa. Los de Atacama tuvieron una visita accidentada, en parte porque coincidió con la celebración de la boda de una pareja cristiana palestina y en parte por la larga cola de turistas y peregrinos para acceder a la cueva donde se cree que Jesús llegó al mundo.
También era palpable el cansancio en el seno del grupo por la atención mediática que despierta su recorrido por Tierra Santa, iniciado el pasado miércoles. La mujer de uno de los mineros pidió de hecho a los fotógrafos que respetasen la santidad del lugar, mientras que otros miembros del grupo rehusaban hablar con los periodistas para centrarse en disfrutar el momento, uno de los puntos fuertes del tour, de ocho días de duración.
En la Basílica recibieron una breve explicación de la historia del lugar y posteriormente bajaron a la cueva donde se encuentra el pesebre descrito en los Evangelios. Los mineros y sus esposas se arrodillaron uno por uno para tocar la estrella de catorce puntas que marca el lugar del nacimiento de Jesús.
El momento perdió parte de su sacralidad por los constantes llamamientos de la guía de otro grupo a que se diesen prisa para permitir a otros peregrinos acceder a la gruta. Después caminaron hasta la adyacente Iglesia de Santa Catalina, donde el padre Olmedo les dirigió un breve sermón en el que destacó la “responsabilidad” que han adquirido involuntariamente al convertirse en “ejemplo para mucha gente” por la voluntad de supervivencia que mostraron en la mina San José.
El religioso también recordó cómo, durante los setenta días bajo tierra que atrajeron la atención del mundo, se celebraron dos misas en el lugar por su rescate: una en la Iglesia -donde cada Nochebuena se oficia la Misa del Gallo- y otra en la propia gruta.
El viaje a Belén, así como el recorrido por Jerusalén Este y el Valle del Jordán, han recibido lascríticas de cristianos palestinos ya que forman parte de un tour organizado por Israelpese a que se encuentran en territorio palestino ocupado. Por la mañana el grupo visitó otros lugares santos cristianos alrededor de la ciudad vieja de Jerusalén.
En el Monte de los Olivos y el valle del Cedrón estuvieron en el Huerto del Getsemaní, la Iglesia de Todas las Naciones, el Pater Noster y la Iglesia de San Pedro In Gallicantu. En el Monte Siónvisitaron el Cenáculo -la sala en la que Jesús celebró la última cena- y la Tumba del rey David, situada justo debajo.
Hoy domingo dejarán por unas horas el recorrido de carácter turístico-religioso para reunirse en Jerusalén con el presidente de Israel, Simón Peres. A continuación se desplazarán al Mar Muerto, el lugar más bajo del planeta, y a la fortaleza de Masadá, construida hace dos mil años en pleno desierto por el rey Herodes.
(InfoCatólica)
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