Roma (Agencia Fides) – El 9 de marzo, ha fallecido a la edad de 94 años, Su Exc. Mons. Andrea Hao Jinli, Obispo de la diócesis de Xiwanzi-Chongli (Siwantze), en la provincia del Hebei (China continental). El Prelado nació el 30 de noviembre de 1916 en una familia de tradición católica: otros dos hermanos suyos llegaron a ser sacerdotes. Ingresó en el seminario siendo adulto y fue ordenado sacerdote el 11 de abril de 1943. El 14 de septiembre de 1984 fue consagrado Obispo por Mons. Michele Xiao Liren y cuatro años más tarde, el 6 de noviembre de 1988, se convirtió en Obispo de Xiwanzi.
A pesar de su avanzada edad y de las malas condiciones físicas (durante años se vio obligado a desplazarse en una silla de ruedas y tenía problemas de audición y de vista), estaba siempre bajo un estricto control de las autoridades gubernamentales hasta el momento de la muerte. Su salud se había deteriorado en el último mes, pero debido a la estricta vigilancia a la que estaba sometido, los fieles no pudieron visitarlo ni hospitalizarlo. En el momento de la muerte, junto a él estaba un sacerdote, recién puesto en libertad por la policía después de estar encarcelado durante unos dos meses, que pudo administrarle la Unción de Enfermos. Sellado el ataúd, se cerraron todas las calles de acceso a su casa.
El prelado fallecido, que siempre ha mantenido una mente ida, no vivía en la ciudad de Xiwanzi sino en el pueblo de Gonghui, donde continuó a celebrar la misa en una parroquia católica con una población de unos 2.000 fieles. Quién ha conocido a Mons. Hao habla de él como de un hombre sencillo y virtuoso, con grande de en Dios y una lealtad sincera a su ministerio episcopal y a la Iglesia. Él supervisó la formación de un gran número de sacerdotes jóvenes y era infatigable en el trabajo de evangelización, sin desanimarse por las dificultades de la salud y del estricto control de las autoridades civiles
El funeral se celebró el 17 de marzo, con la participación de muchas personas, a pesar de las restricciones impuestas por la policía que desde el día de la muerte del Prelado rodearon el pueblo, tratando de frenar la afluencia de fieles de otras provincias. Mons. Hao era el Buen Pastor para todos sus ovejas a las que cuidó con gran pasión. Un fiel de su diócesis le saludó con estas palabras: "Nos dejó el día de las cenizas: ha estado unido a la pasión de Jesucristo toda la vida, a través de las pruebas que él vivió, y es con Él que resucitará”.
La diócesis de Xiwanzi (Chongli) cuenta ahora con 35.500 católicos, 20 sacerdotes y 28 reliagiosas. En los últimos años, ha continuado su compromiso con la evangelización, viendo a menudo a menudo detenciones de sacerdotes y fieles laicos y la incautación de iglesias. (Agencia Fides 21/3/2011)
(Agenzia Fides)
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